Detrás de la cámara, Ana
Fotógrafa de bodas y emociones reales
Mi historia con la fotografía comenzó mucho antes de que me diera cuenta.
Soy Ana, fotógrafa de bodas en Almería, y desde que tenía 12 años supe que la cámara iba a acompañarme toda la vida.
Siempre quise cogerle la cámara a mi padre y me quedaba embobada mirando los escaparates de los estudios fotográficos.
Con mis primeros ahorros me compré una digital Fujifilm, y mis amigos acabaron cansados de tanta foto.
En 2009 compré mi primera réflex, y entonces entendí que no se trataba solo de un encuadre bonito, sino de contar algo con cada imagen.
De una pasión, a una forma de vida
Desde entonces la fotografía ha sido mi forma de expresarme, de observar y de conectar con las personas.
Cada historia que cuento tiene un pedacito de todo lo que he aprendido y vivido detrás de la cámara.

Soy Ana, fotógrafa de emociones reales
Me gusta fotografiar lo que se siente, no solo lo que se ve.
Busco que cada imagen cuente una historia sincera, llena de vida, luz y verdad.
Con base en Almería, pero moviéndome por toda España para capturar momentos que merecen ser recordados.
Mi historia con la fotografía comenzó mucho antes de que me diera cuenta.
Desde pequeña sentía curiosidad por capturar momentos, aunque no sabía que esa pasión acabaría convirtiéndose en mi profesión.
Hoy la fotografía es mi manera de mirar el mundo y de contar lo que las palabras no alcanzan.

Mi camino como fotógrafa de bodas en Almería
Mi historia con la fotografía empezó mucho antes de dedicarme a ella profesionalmente.
Desde pequeña sentía curiosidad por capturar lo que me rodeaba, y con los años esa curiosidad se convirtió en una forma de mirar la vida.
Hoy, más de 13 años después, sigo sintiendo la misma ilusión cada vez que levanto la cámara.
Me apasiona observar, conectar y encontrar la belleza en lo cotidiano.
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La fotografía, mi manera de conectar con las personas
Cada historia que cuento con mi cámara tiene algo en común: la verdad.
Me gusta que las fotos respiren naturalidad, que hablen de vosotros, de cómo sois y de lo que sentís.
No busco la pose perfecta, sino ese instante real que se da cuando os olvidáis de que hay una cámara delante.
Para mí, la magia está ahí: en la espontaneidad, en la risa que sale sola, en la emoción de un abrazo.
Si al ver mis fotos sientes algo, aunque sea pequeñito… ya habrá merecido la pena. 🌿



